domingo, 21 de agosto de 2011

Un libro con una excelente versión cinematográfica - Día 9


Don Vito Corleone era un hombre a quien todos acudían en demanda de ayuda, y nadie salía defraudado. Nunca hacía promesas vagas ni se excusaba alegando que sus manos estaban atadas por fuerzas más poderosas que él mismo. No era necesario que uno fuera amigo suyo, como tampoco tenía importancia que uno no tuviera medios de devolverle el favor. Sólo existía una condición: que uno, uno mismo, proclamara su amistad hacia él.

Debo confesar que primero ví la película Il Padrino y luego leí la novela (me la encontré en la biblioteca de mi padrino Veliz, que coincidencia) que hizo famoso a Puzo. Ya no sé cuál me gustó más, si la película o la novela. Pasé por sus páginas imaginandome lo que ya había visto y disfrutando de su certera adaptación... todavía hoy al mirar su portada tarareo esa canción en mandolina que me suena a Il Padrino



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Mariela