"Las Casas Muertas" - Miguel Otero Silva. Así aparecía en la lista de libros para leer en 9no grado de Educación Básica. Me emocioné primero, iba a leer a Miguel Otero Silva, que había sido amigo de mi tía Analuisa, de quién había escuchado tantas anécdotas y a quién ya admiraba por ser un gran periodista. Confieso que cuando leí el libro lo detesté, que libro tan feo, que gente tan gafa, que necedad ¿por qué importaban esas casas? Era adolescente y despreocupada. Con los años volví sobre "Las Casas Muertas", caminé las desoladas calles de Ortiz en el Estado Guárico y entendí el impacto de la explotación petrolera en Venezuela y lo que Miguel Otero Silva desde entonces nos contaba. Este es un libro admirable que solo con la luz de los años he ido entendiendo en toda su magnitud.
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Mariela