jueves, 21 de octubre de 2010

Seis Palabras


Siempre estuviste aquí, hoy te miro.

Despediré en el mar los huracanes.

Contigo, es más sentir que pensar.

Vivo el instante de tu abrazo.

Este miercoles nosotros somos tan sabado.

Desperté, la realidad toca la puerta.

Extraditame los besos, destierra tu ausencia.

Te entrego mis llaves, el destino.

Abejorros, contrabajos, zumbidos me aturden, soledad.

No me dejes con Morfeo, bésame.

Besare un suspiro de tus sueños.

Llueve, busco tus manos de arcoiris.

Mudada de planeta, en tu cuarto.

La luz es verte sonreír hoy.

Evidentemente yo no te he olvidado.

Quiero el grito sordo, tu boca.

Dibujo en chocolate la tarde lluviosa.

Amo el morse de tus pecas.

Escribiré con besos en tu espalda.


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Seis Palabras es un ejercicio literario que invita a escribir microcuentos en estrictamente seis palabras. En twitter puedes seguir el tag #SeisPalabras para ver estos microcuentos en español o #SixWords en inglés. Iré compilando de a poco, a ratos, mis #SeisPalabras... algunas tienen un sentido, otras resultaron premonitorias, y las más son solo eso, un ejercicio de palabras de una viajera que quiere ser escritora...

jueves, 23 de septiembre de 2010

Todo este campo es mío

Hace ya seis horas que salimos de Maracay, parecía que no llegaríamos nunca, pero después de una carretera accidentada y de tierra conseguimos la intersección que mostraba el mapa; y al cruzar a la derecha no tardamos en encontrar un portón de hierro, medio desvencijado en el que se podía leer "Fundo Marisela" . Iván me mira y dice, parece que de aquí salió tu nombre, Marisela. Aún impresionada por el descubrimiento, bajé de la camioneta, tomé la llave que me dió mi hermano y pensando que no abriría le dí vuelta; con el chirriar de la reja parecía que otro mundo se desplegaba ante nuestros ojos.

Tras cruzar el portón se nos abría la inmensidad de los llanos Guariqueños, con todos sus verdes. Bajamos los vidrios para dejar entrar el aire, y de pronto una fragancia deliciosa nos llenaba el alma, los pulmones. Le dije a Iván, esto que hueles es mastranto. Y vimos la sabana llena de esta maleza que desprendía su olor con la leve brisa de la tarde. Como a dos kilómetros veo una casa grande, la reconocí por las fotos, era el antiguo hogar de la infancia de mi padre... estaba descuidada, por los años de ausencia, pero aún así me sentía como en una máquina del tiempo.

Al acercarnos vemos que sale un hombre, joven y nos saluda con la mano. Yo me asombro, pero Iván tranquilo me dice: No te asustes, cuando decidiste venir a El Rastro, llamé a tu padrino y le pedí que consiguiera a alguien que nos limpiara un poco esta casa. Conociendo el personaje, no creo que quisieras venir al llano a hacer limpieza. Sonreí y le agradecí el detalle, en el lío de los papeles y una sucesión con casi 20 años pendiente en los tribunales, no había tenido tiempo de hacer nada práctico para este viaje.

Detenemos la camioneta, nos bajamos y dejo a Iván que se entienda con el joven contratado por mi padrino. De pronto, la inmensidad de la sabana poco a poco se apodera de mí. Recuerdo que nos presentamos, y José nos dió un paseo por la casa. Era la delicia de un anticuario, todo estaba allí, cubierto por sábanas -es cierto- pero parecía que la familia acababa de salir. Encontré un gramófono, soplé el polvo que tenía el viejo disco de pasta y le dí vuelta a la manivela... la voz de Gardel me demostró que funcionaba perfectamente y así el silencio se dispersó con una milonga.

Aún no sé como convencí a Iván de venir hasta aquí, donde no funciona el celular, obviamente no hay red y de casualidad lograremos luz eléctrica si funciona una vieja planta que heredé con el fundo. Aunque no sé si "heredar" sea la palabra correcta, más bien mis hermanos acordaron dejarme este pedazo de tierra porque nadie más se quería ocupar de ella, tal vez pensando en que si me obstinaba accedería a venderla... y creo que Iván también apostaba a eso, aunque no dijera nada. El contraste con nuestra vida en la ciudad no puede ser mayor, por lo que vemos parece que estamos de vuelta en 1930.

Camino lentamente los corredores, tratando de ubicar las historias que me contaron. Voy detrás de José e Iván, quienes hablan de detalles prácticos, cosas que necesitaremos para pasar la noche, en fin una plática de hombres que nada tiene que ver con mis memorias. Tengo la sensación de que encontraré a mi abuela Mila haciendo un guiso en el fogón, a Maruja trepándose al samán y Conchita abajo rogandole que baje, que las señoritas no se trepan a los árboles. La tarde avanza con pasos de morrocoy, este llano tiene una velocidad a la que no sé si me podría acostumbrar. De pronto, vuelvo a la realidad cuando Iván me dice que iremos con José al pueblo a comprar unas cosas, no sé de donde me salió decirle: Me quedo. Me vió con cara de "estas loca mujer", y yo le aseguré que sí, que me quería quedar sola en ese caserón y no muy convencido se fué con José.

Veo el polvo levantarse mientras la camioneta avanza y finalmente se pierde en el horizonte. Me he quedado en esta divina soledad, escuchando el trinar de la sabana en sus pájaros, en el alzar del vuelo de las garzas pluma rosa. De pronto siento como gotas de agua fresca comienzan a besar mi piel, abro los brazos como quien recibe en la llovizna la bendición de sus ancestros, ya no me sentía extraña... parezco pertenecer a esta tierra, a este campo... ya no sé si todo este campo es mío o yo soy toda de él.

Al arreciar la lluvia entro corriendo a la casa, buscando donde guarecerme... el techo está bueno, son pocas las goteras que se escapan hacia dentro. Me senté sobre uno de esos muebles cubiertos de sábanas a ver caer la lluvia, escuchar a Gardel y esperar el regreso de Iván. Y en un momento, con el arcoiris, ví regresar nuestra camioneta. Salí corriendo a abrazarlo... él ya venía solo, baja de la camioneta para abrazarnos y mirandome a los ojos me pregunta: "¿Qué decidiste?"


Foto: Karl Weidmann

lunes, 13 de septiembre de 2010

Gobierno en Mano


Pocas veces se tiene la oportunidad de leer la cotidianidad de la historia escrita por la mano de uno de sus protagonistas, y como nadie en "Gobierno en Mano" el Dr. Enrique Tejera París logra desvelarnos el nacimiento de la democracia venezolana a partir del día 24 de Enero de 1958, cuando aterriza en Venezuela a pedido de Don Rómulo Betancourt y acompañando a Eugenio Mendoza quien se incorporaría a la Junta Cívico Militar del recién instaurado gobierno de transición que nació el 23 de Enero de 1958 cuando una insurrección militar y civil derrocó a Marcos Pérez Jimenez quien, hasta 1998, fue el último tirano militar que conoció mi país.

Estas memorias, deliciosamente escritas, bien detalladas, llenas de detalles y anécdotas nos cuentan, entre sobresaltos de metralla, decisiones de improviso, risas, trabajo y polvo, cómo se dió el paso hacia la modernidad de la democracia venezolana, pero sobre todo de nuestro propio país, ese que dejó de ser rural intentando ser cosmopolita. El lector acompaña al Dr. Tejera París en su recorrido desde Caracas hasta Cumaná, viendo nacer una nación, descubriendo por qué el Palacio de Miraflores fue pintado de blanco, comprendiendo la pasión y entrega con que trabajaron entonces y, presagiando que; en un futuro muy lejano, cuando nos toque volver a las riendas de la civilidad haremos falta muchos venezolanos que, ojalá inspirados por los nobles ideales que guiaron a Tejera y sus colaboradores, reconstruiremos este país que, aún clama, por dar el salto al desarrollo que se quedó a medio camino entre 1958 y 1998.

No soy para nada objetiva leyendo a Tejera París, primero porque mi admiración por él viene desde niña -siempre he sido adicta a las letras y la noticia- y luego porque esa cotidianidad de una democracia naciente es, al propio tiempo, la historia de mi familia, de mi padre volviendo del exilio, de mis tías liberadas de la Seguridad Nacional, de esa sangre de luchadores que corre por mis venas. Tal vez, algún día, me decida a contar esa historia que me contaron entre tardes de lluvia y café mis tías queridas... y quizá sea por eso que siento al Dr. Tejera París (a quien no conozco en persona) tan cercano, porque me escribe de las cosas que ellas ya no me cuentan, pero que desde el cielo me inspiran a hacer.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Ausencias deja la noche


Desde Abril tenía "Ausencias Deja La Noche" como un libro pendiente para leer, pero entre exámenes de derecho, viajes de ida y vuelta, trabajos y demás siempre iba quedando postergada su lectura para después, para cuando tenga tiempo, para las vacaciones. Llego un día, en que viendole cercana la fecha de vencimiento al receso universitario, me fuí directo a la librería en busca de "Ausencias" y de un coleado "Caín" de Saramago que se vino por insistencia de contrabando en mi bolsa de compras.

Ser venezolana y dedicarme a la lectura de esta primera novela de Gonzalo Himiob (en twitter @HimiobSantome) fue remover historias conocidas, eventos presagiados, temores ocultos en el fondo del baúl y también sonreír reconociendome en la cotidianidad de los personajes, en la magia de esos seres que bajan de la montaña a cambiarnos la vida, en la fuerza femenina y ancestral de Maria Lionza, todo en una historia que a ratos fabulada y a otros contundetemente cierta movió en mí desde la repulsión hasta la esperanza, del llanto hasta la risa. En esta novela, como en la propia Venezuela, se mezclan la sordidez y la inocencia, la hidalguía y la mediocridad, la brutalidad militar y la decencia civil. Nunca deja , mi amado Gonzalo Himiob, al lector indiferente con sus letras, a veces un exceso de detalles hacía que le bajara el ritmo a unos escritos que me traían con el corazón acelerado, o terriblemente asqueada por lo cierto de la ficción, pero tal vez fue un instante de gracia para dejar a nuestros ojos y almas descansar un poco en descripciones costumbristas de lo hermoso y virtuoso de la cotidianidad criolla.

Recomiendo leerla, es un retrato excelente de la Venezuela actual, con todas sus luces y obscuridades, con las ausencias y presencias; pero sobre todo con la esperanza de que al final, la civilidad se impone sobre la barbarie, el bien triunfa sobre el mal y la patria es sobre todo signo de vida, de futuro, de progreso y, por qué no decirlo, de sabiduría.




miércoles, 12 de mayo de 2010

Yo también fuí nueva en twitter

A propósito de mi primer año en Twitter
Inspirada por las preguntas de @erikaiya, @luisa_mercedes y @jrvelizconde, noveles twitteros


De pronto, en muchos blogs que visitas encuentras ese famoso pajarito azul y la frase follow me on Twitter; tus amigos desaparecen de Facebook y te dejan mensajes como: "abandono la granja, me mudo a Twitter"; necesitas encontrarte con alguien en el messenger y te escribe cosas extrañas como #YoConfieso #CaeLaCedula #LaCulpaEsDeLaIguana; y un día, das el salto cuántico, te apuntas en el famoso Twitter, pero no pasa nada, no entiendes de qué va la cosa, resulta que ahí nadie te dice nada. Como yo también fui nueva en Twitter, y aprendí a usarlo por ensayo y error, aquí comparto unas recomendaciones para todo nuevo twittero, y facilitar su experiencia como microblogger.

Paso 1: Completa tu Bio (biografía), coloca foto, dí quién eres. Preséntate ante el mundo. Esta información es importante para que tus tweets sean leídos y ganar seguidores (followers). Muchos twitteros deciden seguir a una persona en base a lo que dice su Bio. Tienes 160 caracteres para definirte, así que resume y crea una idea general de quién eres y sobre qué cosas estarás escribiendo, así tus futuros lectores sabrán qué esperar de ti.

Paso 2: Escribe un tweet. Algo así como: "Hola Mundo", o "¡Ya llegué a Twitter!"... Esto sirve para que la gente te identifique como un usuario real y no como un robot o spam.

Paso 3: Busca gente interesante y síguela. Yo sigo mucha gente pero siempre recomiendo a mis amigos nuevos en Twitter que revisen la lista "Mis favoritos", en http://twitter.com/carlamariela/misfavoritos/members y seleccionen de ahí algunos twitteros para seguir (los que les gusten claro). Se trata de la gente con la que interactúo casi a diario.

Paso 4: Te recomiendo mantenerte alejad@ de las celebridades (criollas o foráneas). Casi nunca responden e interactuar con ellos no suele tener sentido, salvo contadas excepciones como @williecolon, @juanes o @alejandrosanz. Del resto es perder tiempo y tweets.

Paso 5: Si lo tuyo es la noticia encontrarás los users oficiales de los diarios, radios, televisoras y portales de noticias web nacionales e internacionales. Utiliza Google para encontrarlos. Escribe en la barra de búsqueda el nombre del medio y añade Twitter al lado, así lo consigues facilito. Algunos periodistas como @patriciajaniot o @danielviotto de CNN interactúan muchísimo con sus seguidores en Twitter.

Paso 6: Escribe, escribe, escribe. Eso es importante si quieres tener seguidores. ¿Cómo te van a seguir si no escribes nada? Puedes escribir de política, viajes, negocios, cocina, tecnología,... la imaginación es el límite y claro los 140 caracteres que tiene Twitter.
Esto requiere constancia. Si twitteas fajad@ dos días y despues no escribes más nada en tres meses la gente te dejará de seguir. No tiene sentido seguir a alguien que no genere contenido. Eso sí, con mesura, tampoco es que vas a escribir 24 horas al día los siete días a la semana, porque si inundas a tus seguidores de tweets intrascendentes también los espantarás.

Paso 7: Interactúa. Si lees algo interesante reenvíalo (darle RT en lenguaje de Twitter); si quieres hacer un comentario, comenta; preguntale a la persona por qué dice eso, afirma si estas de acuerdo o en desacuerdo. Lo importante es interactuar, siempre con respeto, claro.

Paso 8: Se recíproco. Es decir, si te sigue alguien a quien no seguías, pues síguelo tú también. Este tema suele levantar discusiones filosóficas entre los twitteros, pero si estás nuevo y tuvieron la cortesía de seguirte lo más educado es que pagues con la misma moneda. Si después no te gusta lo que dice la persona, pues lo dejas de seguir y ya está, no hay problema ni obligaciones. La mayoría de la gente que me encanta leer la descubrí de esa manera, devolviendo el follow (o dando followback en términos twitteros).

Paso 9: No tengas miedo de preguntar a los otros usuarios las cosas que no entiendes. Siempre habrá un twittero amigo que te dé una respuesta, o buscará a otro twittero para ayudarte.

Paso 10: Disfruta el viaje y, como diríamos en Venezuela, echale pichón al twitter


martes, 30 de marzo de 2010

Glamour & Chic

Me encanta la moda, me encanta leer así que glamour, fashion, y ser chic en letras es algo delicioso para mí. Esta tarde me fui rauda y veloz a comprar 100% Chic de Titina Penzini y Glamour para Llevar de Margarita Zingg & Mariano Aranaga, pensando que me tardaría toda la Semana Santa para leerlos, pero los devoré esta misma tarde. Quedé fascinada con sus conceptos. El de Titina me parece para chicas entre 20 y 40, mientras que el de Margarita es más adecuado para las que se pasaron de los 40 en algunos temas, mientras que en otros es absolutamente timeless :o)

Me fascina de ambos libros su acabado, una impresión impecable y están deliciosamente escritos. El de Titina lleno de sus dibujos, mientras que el de Margarita Zingg esta lleno de hermosas fotografias y cuentos de socialité caraqueña, cosa que aprecio como un verdadero detalle, una peculiaridad que lo hace hermoso.

No les cuento más de los libros para que vayan a comprarlos, lo que si les adelanto es que al terminar de leerlos estarán mucho más claras en que la elegancia no tiene que ver con marcas, sino con ese toque personal que les hace diferentes... y tal vez como yo terminen con una gran tarea, limpiar el closet!