domingo, 29 de mayo de 2011

Leyendo a Pandora

Si alguna vez Héctor Torres llega a tener un fan club voy a pedir membresía de por vida.

Hace como un mes estuvo Héctor Torres por Maracay, me enteré, le avisé a una amiga y como se pudo organizamos ir a la tertulia de Héctor en la Casa de la Cultura. He de confesar que no posaba un tacón en ese edificio desde aquellos lejanos años en que vestida de liceísta y sin acceso a Internet debía ir a la Biblioteca Pública de la ciudad a investigar. Ah, pero por Héctor yo hago esas cosas.  Volé para llegar a tiempo, pero llegué tarde -y mi amiga llegó aún más tarde- y me sentí, de pronto, como invitada extraña a una fiesta donde no combinaba. "Ah, ya sé dónde se reúnen todos los raros de la casa de Maracay", dije para mis adentros. Como pude, me acomodé para verlo de pié, en absolutos e imprescindibles estilettos -es que sueño con ser alta algún día- y comencé a disfrutar de su voz. "Que linda voz tiene" pensé e inmediatamente lo colgué en twitter, para envidia de las otras fans de Héctor en la red social y ganarme un bien merecido reclamo de alguna amiga a quién no avisé del acontecimiento.  Escucharlo hablar de sus obras no es lo mismo que leerlo recortado en 140 caracteres o menos cada vez que twittea.  Tras una sonrisa nos reconocimos -es bueno estar igualita al avatar, sin photoshop- y luego vino el tan esperado abrazo, foto, firma de La Huella del Bisonte y una conversación mínima que, algún día, espero disfrutar más extensa. 

En una mesa estaba mirándome "El Regalo de Pandora" y casi me guiñaba un ojito diciendome: "Cómprame, cómprame".  Fue inevitable, caí en la tentación, lo compré y se vinieron conmigo esos pedazos de Pandora a mi casa.  Esta colección de cuentos escrita por Héctor Torres tiene esa visión de lo femenino de un hombre que ha escuchado muchas conversaciones de mujeres y que ha amado a otro montón, de cerca, de lejos, en sueños (yo creo) porque en muchas páginas me sorprende, me deja boquiabierta leer en sus escritos cosas que he pensado, vivido, sentido. Especialmente en la página 85 del libro (y no les voy a copiar ni un pedacito de esa página para que vayan raudos y veloces a su librería y lo compren) me quedé sencillamente pasmada.

Como los libros en mi casa, para que se asuman verdaderamente leídos deben estar subrayados (sé que a algunos les horrorizará esto pero qué les puedo decir, así es mi casa, la de la biblioteca con libros subrayados en resaltador) ya se pueden imaginar que mi ejemplar de El Regalo de Pandora está hermosa y profusamente profanado con líneas amarillas. Héctor tiene unas frases maravillosas, como para volver sobre ellas una y otra vez, una de mis favoritas es: "Arrecharse con la vida es como arrecharse con la lluvia (...) no que esté mal, sino que es inútil"

Les dejo el primer cuento de El Regalo de Pandora, que muy amablemente uno de sus editores ha colgado en Scribd para que todos podamos leer un adelanto. Espero que lo disfruten muchisimo y encuentren el dulce néctar que beben los mirmidones.


El Regalo de Pandora

lunes, 23 de mayo de 2011

Un domingo en el teatro

Tilín, sonó el BB Messenger. Temí enfrentarme otra vez a las detestadas letritas moradas de los mensajes en cadena sonsos, chistes malos e informaciones falsas que alguna gente adora enviar los sábados en la mañana -porque hay un placer sádico en hacer eso, estoy segura- más me encontré con este mensaje "¡Hola cariño! ¿Cómo estas? Mañana a las 11 de la mañana estaré al frente de la Orquesta de Flautas de Aragua en su tercer aniversario con el concierto "La Magia del Cine".  ¡Estás invitada!" El remitente no era otro que mi maestro y amigo Enyú Peña, joven músico aragüeño y actual director de la Escuela de Música Federico Villena.  Ni corta ni perezosa confirmé mi asistencia y acto seguido coloqué la información en mis cuentas de twitter y facebook.

El domingo llegó y me escapé de una reunión para llegar puntual a mi cita con la música.  Caminar por los pasillos del teatro (aunque no se tratara de mi amado Teatro de la Ópera) trajo hermosos recuerdos teñidos de partituras y armonizados con sonrisas.  No sé por qué a veces el ritmo de la vida diaria nos va alejando de las cosas que amamos, lo que sí sé es, que con un poquito de voluntad podemos volver a conectarnos con eso que nos encanta de la vida. Esto fue un hermoso reencuentro, no sólo con una de mis pasiones y placeres, sino con gente querida que tenía tiempo sin ver, así que este domingo en el teatro también estuvo lleno de abrazos.

El concierto de la Orquesta de Flautas de Aragua estuvo impecable, muy buena organización y además es una muestra de las cosas hermosas que ocurren en mi estado, con flautistas de toda la geografía aragüeña, desde el humilde pueblo de El Consejo hasta nuestra capital, Maracay conforman una orquesta que ejecutó con maestría piezas clásicas de la cinematografía mundial, con arreglos de Magda Gallardo.  Reconozco el esfuerzo que mujeres dedicadas a la música como Yrene Briceño realizan en mi querida ciudad, pues ella es la directora de la OFA.  Confieso que me encantó cuando, en el intermedio, ella se dedicó a agradecer el apoyo recibido tanto de la empresa privada como del gobierno; eso es una muestra de que unidos logramos cosas hermosas. 

El repertorio incluyó piezas clásicas de los soundtracks de Disney que hicieron las delicias de los niños de todas las edades, hasta los niños de la tercera edad que estaban sentados tras de mí tarareaban piezas que conocemos de memoria y que llenan de alegría nuestros corazones.  Seguidamente ejecutaron temas de series animadas de televisión, confieso que el arreglo que hicieron para The Pink Panther Theme de Henri Mancini fue ESPECTACULAR (y ahora me arrepiento de no haber grabado video).  Me gustó esta intro infantil porque el teatro estaba repleto de niños (los chiquitos muy bien portados, los de 3era edad no tanto jeje) y eso me encanta porque llevar a los chiquillos al teatro los va enseñando a amar la buena música.

La Orquesta de Flautas de Aragua hizo gala de su capacidades al interpretar temas clásicos del cine europeo, mis favoritos fueron Cinema Paradiso  y el tema de Il Postino, realmente les quedaron deliciosos. Me habría encantado ir con el cinéfilo Paolo a ese concierto, porque algunos temas no los supe identificar -aunque igualito los disfruté muchísimo- no sólo del cine europeo, sino de Hollywood, claro que de estos últimos disfruté demasiado el tema de Star Wars (Sí, soy una chica geek, en tacones y falda, pero geek)

El cierre del concierto superó mis expectativas, los ensambles invitados tocaron que fue una maravilla (y me encantó ver al genial Iván Briceño aunque fuera de lejitos) pero nuevamente mi favorita fue la interpretación de la OFA con un bis realmente inesperado que nos puso a bailar a todos, y es que ese cierre con "Oye como va" de Carlos Santana fue realmente la tapa del frasco de un domingo en el teatro.


lunes, 2 de mayo de 2011


"Desgraciadamente, él ya no está y cosas fundamentales han quedado sin decirse entre nosotros; cuando el amor es ya inexpresable, y las viejas heridas permanecen sin cuidado. Entonces descubrimos la última soledad: la del amante sin el amado, los hijos sin sus padres, el padre sin sus hijos."
Sábato, Ernesto (1999) Antes del fin. Seix Barral. Buenos Aires, Argentina