martes, 30 de agosto de 2011

El libro que más veces he leído - Día 18


Hay libros que te marcan en la vida. A veces son una pequeña señal o luz en el camino, otras -muy especiales- te dejan un tatuaje en el alma. He leído tantas veces la historia de este Petite Prince de Antoine de Saint Exupery que he perdido la cuenta, y cada vez que emprendemos el viaje desde el asteroide B 612 la travesía tiene colores especiales y descubrimos cosas nuevas. Como es una ruta conocida, esta que emprendemos de planeta en planeta El Principito y yo, tiene sus momentos predilectos, como cuando manejo por el Henri Pittier y disfruto un túnel de bambúes en la vía a Choroní, o las mariposas amarillas de Mayo que visten de color las mañanas de San Joaquín, así de mágico, sencillo y cotidiano es el momento del encuentro entre El Zorro y El Principito, mi capítulo favorito de esta obra. Unas veces me he sentido como el pequeño príncipe y otras como el zorro, a veces como una espectadora que disfruta de ese vínculo. Esta vez no les dejaré un fragmento del libro, sino todo el capítulo XII cuando se encuentran estos dos amigos... (el subrayado es mío)

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el
principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.



lunes, 29 de agosto de 2011

Un libro de este año - Día 17



Obligaciones. Derecho Civil III. Maduro Luyando y Pittier Sucre. Universidad Católica Andrés Bello.  Este ha sido El Libro del Año, el libro de las canas, el libro del estrés, el libro más leído, más rayado, subrayado, odiado y amado. Es el libro de los desvelos, de los llantos pero también se convirtió en el libro de las alegrías cuando por fin vi que había aprobado Obligaciones.

domingo, 28 de agosto de 2011

Un libro ruso que sí haya leído - Día 16

Oh! Sorpresa... no he leído ningún libro de los rusos. No terminé los Hermanos Karamazov, con Anna Karenina no pude ni en video. Tengo una deuda con los rusos ¿Qué me recomiendan?

sábado, 27 de agosto de 2011

Un libro que amé hace años y del que hoy reniego - Día 15



No es un libro, es una serie de libros. Leí todo Caballo de Troya, desde el libro 1 hasta el 8. Los primeros tres libros son fascinantes, de esos no reniego, me parecen buenisimos, la narrativa en estilo crónica que hace J.J. Benítez es excelente y son libros que te ponen a pensar.  Pero luego, luego pasa algo en la serie. Será que agarra ese gusto a seriado, a novelas de vaqueros que no, no me gusta para nada.  Así que del 6to Caballo de Troya en adelante reniego, aunque hay muchos otros libros de J.J. Benítez que me gustan y bastante, yo por mi parte tuve suficiente de la historia de Jasón en tiempos de Jesús de Nazareth.

viernes, 26 de agosto de 2011

Uno que haya odiado hace años y hoy admira - Día 14


"Las Casas Muertas" - Miguel Otero Silva. Así aparecía en la lista de libros para leer en 9no grado de Educación Básica.  Me emocioné primero, iba a leer a Miguel Otero Silva, que había sido amigo de mi tía Analuisa, de quién había escuchado tantas anécdotas y a quién ya admiraba por ser un gran periodista. Confieso que cuando leí el libro lo detesté, que libro tan feo, que gente tan gafa, que necedad ¿por qué importaban esas casas?  Era adolescente y despreocupada.  Con los años volví sobre "Las Casas Muertas", caminé las desoladas calles de Ortiz en el Estado Guárico y entendí el impacto de la explotación petrolera en Venezuela y lo que Miguel Otero Silva desde entonces nos contaba.  Este es un libro admirable que solo con la luz de los años he ido entendiendo en toda su magnitud.

jueves, 25 de agosto de 2011

Mi primer libro - Día 13


Esta es la historia de una niña que le encantaban los cuentos, especialmente cuando su madre se los leía antes de dormir porque dramatizaba aquellas historias que un señor europeo escribió hace muchos años, pero que en la voz de su madre se convertían en momentos vivos y emocionantes. Tanto le gustaban los cuentos que, un día se encontró frente a frente con aquel libro donde las historias se escondían, pero era de tarde y mami no andaba por ahí para contarle un cuento. Entonces, se puso a mirar las letras y las miraba y las miraba tratando de encontrarles algún significado.  Así pasó varias tardes hasta que, una de ellas, sin saber cómo ni por qué, las palabras tomaron vida y pudo leer: "Hubo una vez una niñita que era muy pequeña y delicada, pero que a pesar de todo tenía que andar siempre descalza, al menos en verano, por su extraña pobreza." Ocurrió la magia, había aprendido a leer ella solita.  Cada noche, mientras mami le leía un cuento nuevo o un cuento repetido sonreía en secreto.  Mami siempre le decía "Cuando aprendas a leer, entonces tu solita leerás tus cuentos" pero ella disfrutaba tanto de las dramatizaciones que ocultó a su mami todo ese año que ya había descubierto el conjuro de las letras.  La niña soy yo, y mi primer libro fue una compilación de los cuentos de Hans Christian Andersen, el primer cuento que leí fue "Los zapatos rojos" el cual me sé de memoria, el guardián del secreto de mi lectura fue mi padre y mi mamá me perdonó el silencio de ese año, mi primera travesura literaria.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Una Biografía - Día 12


Pocas veces se tiene la oportunidad de leer la cotidianidad de la historia escrita por la mano de uno de sus protagonistas, y como nadie en "Gobierno en Mano" el Dr. Enrique Tejera París logra develarnos el nacimiento de la democracia venezolana a partir del día 24 de Enero de 1958, cuando aterriza en Venezuela a pedido de Don Rómulo Betancourt y acompañando a Eugenio Mendoza quien se incorporaría a la Junta Cívico Militar del recién instaurado gobierno de transición que nació el 23 de Enero de 1958 cuando una insurrección militar y civil derrocó a Marcos Pérez Jimenez quien, hasta 1998, fue el último tirano militar que conoció mi país.

Estas memorias, deliciosamente escritas, bien detalladas, llenas de detalles y anécdotas nos cuentan, entre sobresaltos de metralla, decisiones de improviso, risas, trabajo y polvo, cómo se dió el paso hacia la modernidad de la democracia venezolana, pero sobre todo de nuestro propio país, ese que dejó de ser rural intentando ser cosmopolita. El lector acompaña al Dr. Tejera París en su recorrido desde Caracas hasta Cumaná, viendo nacer una nación, descubriendo por qué el Palacio de Miraflores fue pintado de blanco, comprendiendo la pasión y entrega con que trabajaron entonces y, presagiando que; en un futuro muy lejano, cuando nos toque volver a las riendas de la civilidad haremos falta muchos venezolanos que, ojalá inspirados por los nobles ideales que guiaron a Tejera y sus colaboradores, reconstruiremos este país que, aún clama, por dar el salto al desarrollo que se quedó a medio camino entre 1958 y 1998.

Como son varios tomos de estas memorias, hay que hablar de su otro libro "Dos golpes y una transición", publicado luego de "Gobierno en Mano" donde nos narra las vivencias de un joven profesional en el exilio y de cómo se convierte en profesor en Brasil, se divorcia, conoce al amor de su vida y finalmente se casa con ella. Este libro tiene la nostalgia del que está lejos de casa por razones eminentemente políticas, pero también la esperanza de un hombre joven que soñó un futuro mejor y que trabajó para dejárselo a su país (lástima que no supimos mantenerlo).

Estas memorias del Dr. Enrique Tejera Paris se completan con el tomo "La formación de un caraqueño" en el cual narra su infancia, pero lamentablemente no lo he conseguido. Huelga decir que tengo muchas ganas de leerlo (y mi mayor anhelo es tener los 3 libros firmados por el Dr. Tejera a quien admiro profundamente)


martes, 23 de agosto de 2011

Un libro que me ha motivado a visitar un lugar - Día 11


Un bongo remonta el Arauca bordeando las barrancas de la margen derecha.

Así comienza el viaje por los llanos de Apure de la mano de Don Rómulo Gallegos, el mayor novelista que ha tenido Venezuela. Mi familia familia paterna es del llano, cualquiera diría que su inmensidad me resulta cotidiana, pero la verdad es lo más lejano que tengo.  Cuando leí Doña Bárbara este diciembre (por qué tardé tanto en leerla es otra historia) me dieron ganas de volver a llenar mis pasos del polvo de sus caminos, de inundarme las pupilas con su luz resplandecientes y respirar la brisa del mastranto en sus campos infinitos.  En Doña Bárbara, describe Gallegos con una perfección impresionante a los llanos venezolanos, y aunque muchos lustros nos separen de esos días, en el fondo el llano, eterno, es tan parecido a lo que nos cuenta y se debate aún entre la barbarie y la civilidad. 

lunes, 22 de agosto de 2011

Un libro con una pésima versión cinematográfica - Día 10


Por primera vez en casi tres años pasó una noche en claro sin pensar un instante en Florentino Ariza, y en cambio él permanecía insomne en la hamaca de la trastienda contando uno a uno los minutos eternos que faltaban para que ella volviera.

Mi libro de "El Amor en los Tiempos del Cólera" era una edición amarilla en tapa dura de "El Círculo de Lectores", en uno de esos préstamos de libros (entre familia) se perdió, lo que no se perdió fue mi recuerdo de la historia. Disfruté leyéndolo, lloré en sus páginas, pase rabias y risas y después al final suspiré con ese amor de ancianos que por fin de consuma y se pierde en las aguas del Río Magdalena. 

No pude ver "El Amor en los Tiempos del Cólera" en el cine, así que una tarde la ví por HBO, la anunciaban con bombos y platillos.  Si bien la fotografía de la película es hermosa y el soundtrack de Shakira es realmente bueno, esa película actuada en pésimo inglés -y el acento españolete de Bardem en una pelicula del caribe Colombiano era de lo ultimo- con una traducción de los diálogo del Gabo al inglés que realmente dejaba mucho que desear (y mejor no hablemos de los subtitulos) hace que esta sea la peor versión cinematográfica que he visto de un libro.

domingo, 21 de agosto de 2011

Un libro con una excelente versión cinematográfica - Día 9


Don Vito Corleone era un hombre a quien todos acudían en demanda de ayuda, y nadie salía defraudado. Nunca hacía promesas vagas ni se excusaba alegando que sus manos estaban atadas por fuerzas más poderosas que él mismo. No era necesario que uno fuera amigo suyo, como tampoco tenía importancia que uno no tuviera medios de devolverle el favor. Sólo existía una condición: que uno, uno mismo, proclamara su amistad hacia él.

Debo confesar que primero ví la película Il Padrino y luego leí la novela (me la encontré en la biblioteca de mi padrino Veliz, que coincidencia) que hizo famoso a Puzo. Ya no sé cuál me gustó más, si la película o la novela. Pasé por sus páginas imaginandome lo que ya había visto y disfrutando de su certera adaptación... todavía hoy al mirar su portada tarareo esa canción en mandolina que me suena a Il Padrino



sábado, 20 de agosto de 2011

Para leer por fragmentos - Día 8


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

"No leas Rayuela, diviertete con ella" y con esas instrucciones Morella vuelve a dejarme con Cortázar y su espectacular Rayuela.  Si hay un libro para leer por fragmentos, saltarse páginas, capitulos y ser feliz entonces tiene que ser este. El que ahora estoy disfrutando en sus palabras, en gatos y Paris, en una historia que es de amor, que es de fantasía y que además es un clásico de la literatura latinoamericana.

viernes, 19 de agosto de 2011

Un libro muy divertido - Día 7


"En vuestro mundo, la única verdad saludable está en las pequeñas-grandes cosas"

Este libro fabuloso lo compré en la librería "Entrelineas" que ya no existe en Maracay y la extraño tanto, no solo a la librería sino a Moresbi, su espectacular librera. Es un libro que me resultó tan entretenido leer, no podía dejar de reírme porque medio en serio, medio en broma J.J. Benitez establece un divertido diálogo con Dios que solo ocurre cuando va a volando a 33.000 pies de altura en una gira por Sur América, este Dios medio sordo y juguetón te hace pensarte las cosas de otra manera.  Es un libro que recomiendo leer si quieres ver las cosas de otra manera y además divertirte un rato.

Esas cosas maravillosas de la vida, por ahí en el año 2000 -creo- vino J.J. Benítez a Venezuela, lo trajo Moresbi a Maracay y tuve la oportunidad de conocerlo en persona. No tenía a 33.000 pies en mis manos ese día -que llegué corriendo de la Universidad con mi apuro y torpeza característicos- pero le dije me encanta ese libro y mirandome a los ojos me dijo "Nunca dejes de creer"... y así lo he hecho.  Para mí este es el libro de las sonrisas...

jueves, 18 de agosto de 2011

Un libro de un nóbel - Día 6


Fue entonces cuando cayó en la cuenta de las mariposas amarillas que precedían las apariciones de Mauricio Babilonia. Las había visto antes, sobre todo en el taller de mecánica, y había pensado que estaban fascinadas por el olor de la pintura. Alguna vez las había sentido revoloteando sobre su cabeza en la penumbra del cine. Pero cuando Mauricio Babilonia empezó a perseguiría, como un espectro que sólo ella identificaba en la multitud, comprendió que las mariposas amarillas tenían algo que ver con él. Mauricio Babilonia estaba siempre en el público de los conciertos, en el cine, en la misa mayor, y ella no necesitaba verlo para descubrirlo, porque se lo indicaban las mariposas.

¿Qué hace Carla Mariela leyendo ese libro? Increpó mi profesora Delfina a mi mamá una mañana de vacaciones. Lo encontró en la biblioteca, respondió impávida mi madre, agregando: "y le encanta".  Yo tenía como 10 años cuando se me atravesó Cien Años de Soledad en el camino y desde entonces comencé a leer cualquier cantidad de libros de Gabriel García Márquez.  Nunca me enredé con el montón de Aurelianos -cosa que sorprendió a todo el mundo- y descubrí en sus páginas que Macondo es toda América Latina, que verdaderamente de Macondo nunca se sale, que aquí la realidad supera tantas veces la ficción que eso de "Realismo Mágico" es una manera literaria de llamar a nuestras insólitas vidas. Un país puede ser bananero aunque tenga petroleo, que da lo mismo si todos se llaman Aureliano o Carlos, que los nombres se repiten en todas las familias, que hay mujeres maravillosas que se elevan entre sábanas como Remedios, que en Bobures puede llover tanto, tanto que yo diga mirando por la ventana "Me siento como Isabel viendo llover en Macondo" y que los amores, esos amores maravillosos e imposibles están llenos de momentos multicolores  y que verlo a él llena mi sonrisa de mariposas amarillas como si se tratara de Baudilio Babilonia.

Si quieres conocer a Colombia y sus hermanas, como Venezuela entonces lee Cien Años de Soledad que Gabo te va a mostrar estas tierras de contrastes, de luces y obscuridades, de asombros, amor y desamor en las que vivimos agobiados por sofocante calor o eterna lluvia... 

miércoles, 17 de agosto de 2011

Un libro de viajes - Día 5


No puedes desplegar al aire tu bandera 
ni mojar tus remos en el lago,
pero se está labrando una proa de belleza 
y el agua olvida el timón entre sus rizos.
 

Este libro lo estoy leyendo ahorita, va en mi cartera de contrabando porque es pequeñito y es un regalo que me hicieron hace una semana.  Me encanta como Rudyard Kipling nos va develando al misterioso y ancestral Japón.  Esta es mi primera aproximación a esa cultura que siempre me ha llamado la atención y que voy descubriendo de la mano de Kipling. Me gusta su descripción de lo que ve y cómo va sazonando todo con sus comentarios, muy ingleses claro.  Sí, es el Japón de hace más de cien años, pero aún así es divertido este libro y aumenta mis ganas de ir a la tierra del sol naciente. Espérame Kira que allá voy!

martes, 16 de agosto de 2011

Uno que le gusta a todos menos a usted - Día 4


Con 65 millones de copias vendidas, este libro le gusta a todos menos a mí. El Alquimista es una colección de lugares comunes y frases bonitas organizadas con más o menos acierto por Coelho. Por allá en 1999, durante el boom de Coelho lo leí en un momentico, definitivamente no me gusta. Aún no sé que le ven a este escritor pero es muy exitoso sacando sus libros como en serie. Coelho me parece el Fast Food de la literatura.

lunes, 15 de agosto de 2011

Un placer culposo - Día 3

 
El Mapa del Tesoro, escrito por Carlos Fraga es definitivamente My Guilty Pleasure.  Es el primer libro de autoayuda escrito por Fraga, que además escribe muy bien y es muy sabroso para leer. Hago "Mapas del Tesoro" antes que Fraga escribiera ese libro -y él lo sabe- pero me encanta cómo hizo esa guía tan fácil para las personas que practican el pensamiento es creativo, porque sí es creativo y produce resultados. Los otros libros de Fraga no los he leído, pero si alguien me dice "Quiero hacer un mapa del tesoro", aparte de recomendarle mis posts en Cátedra de la Autoestima, definitivamente le recomiendo este libro...

domingo, 14 de agosto de 2011

El libro que me demoré mucho en leer - Día 2



"Aquellos pedazos de papel, casi destruidos por el agua, sólo permitían distinguir algunas palabras sueltas, restos indescifrables de líneas casi enteramente borradas."

Envuelto muy primorosamente llegó una navidad "Los hijos del Capitán Grant" a mi biblioteca.  Ya era hora de leer a Julio Verne (supongo que pensó mi tía que me hizo el regalo). Confieso que cuando me ví con ese MEGA libro en mis manos no supe qué hacer con él.  Venía de leer "Mujercitas" y ahora me encontraba con este "libro para varones". ¿A quién se le ocurre regalarme un libro de varones? Obviamente a mi tía.  Pasó semanas en la mesita de noche, esperando ser leído. Comencé a leerlo varias veces sin entenderlo, y lo dejaba ahí.

Una noche, yo sentía que el libro me miraba, como con reproche. Decidí darle una oportunidad. Por Dios, era Julio Verne. Así comencé mi viaje con ellos por el paralelo 37, leí el mensaje en la botella, buscamos al capitán Grant por Sur América, anduve de la mano de Verne por Chile, subí al Aconcagua entre sus frases y viví una de las aventuras más maravillosas que puede tener cualquier joven lector.  Al final Los Hijos del Capitán Grant se convirtió en uno de mis libros favoritos y una inspiración para contar viajes, a mi estilo.  Que bueno que a mi tía se le ocurrió regalarme "un libro para varones".

sábado, 13 de agosto de 2011

El reto de los 30 Libros - Día 1

No quiero hacer el reto de los 30 Libros. Mi lista parecerá una tabla de Referencias Bibliográficas en formato APA 6ta Edición 2009. Quiero hacer el reto con todos los libros lindos que quiero leer, los pendientes, los soñados. Todo eso pensé -y escribí- cuando Pablo me invitó a unirme al reto de los 30 Libros.  Me di cuenta que sí, que he leído muchos libros de Gerencia, mucha literatura universitaria, que desde 1995 estoy leyendo mucho, pero a ratos es demasiada literatura "obligada". No sé si podré leer todos los libros que quiero, si terminaré Rayuela algún día (sí la voy a terminar porque Morella me la prestó y yo soy de esa clase de tontos que regresan libros) o si lograré volver a leer por placer, como hice hasta 1995. Habiendo dicho esto inicio el reto de los #30Libros

Día 1 - El libro que leyó de una sentada

"...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío".

Esta edición de "Seix Barral" estaba en la biblioteca de mi casa.  Yo tendría a lo sumo diez años cuando leí El Tunel (fui una consumidora precoz de literatura) y el libro me atrapó desde su primera página. Cuando lo leí, por primera vez, disfruté de las letras, de cómo Sábato jugaba con las palabras, pero no entendí nada.

Años más tarde, cerca de 1995, volví sobre El Tunel, otra vez lo leí de un jalón, tal vez en media tarde y entonces encontré otras cosas en esta novela que desde nuestro primer encuentro me fascina.




lunes, 1 de agosto de 2011

Blue Valentine

¿Vamos al cine hoy? y tilín suena el BB con un "Llueve nena, pero claro que vamos" y así salimos mi amigo y yo a ver una película cualquiera. Refunfuñé las pocas cuadras que nos separaban del cine porque quitaron "Agua para elefantes" y no la pude ver, así que Blue Valentine era una especie de película de consolación que veríamos en la última función de un sábado que comenzó lluvioso y en el que no había muchos planes.

Blue Valentine es una historia de amor, pero no es el típico amor romántico dónde todo sale bien, son felices y comen perdices.  Es una historia real, me dejó esa sensación de "Esto me pudo haber pasado a mí" con ese sabor agridulce que se mezcla con un agradecimiento con la vida, con haber tomado las decisiones correctas en los instantes adecuados, pero también me dio susto darme cuenta que sí, me pudo haber pasado eso.

La historia gira en torno a Cindy y Dean. Cindy es una estudiante universitaria de medicina, con el típico novio que no la valora -porque ella tampoco se valora a sí misma- que viene de una familia que pretende ser perfecta, pero no lo es y que además quiere mucho a su abuelita. Se encuentra con Dean, un joven obrero que trabaja en una mudanza que, a primera vista queda prendado de ella. Seis años después son un matrimonio con una hija bellísima, pero es una familia derrumbándose. Cindy no logró graduarse de la universidad, ahora es enfermera y Dean continua siendo un obrero dedicado a pintar casas. Si crees que el amor todo lo puede, entonces no veas Blue Valentine porque va a venir como una tromba a derrumbarte esa creencia. Sentir amor por alguien no lo puede todo, el amor tiene que ser mutuo, necesaria e irremediablemente mutuo.  Esa es la primera gran reafirmación que me deja esta película.

Es una producción independiente y al principio es lenta, pareciera que la trama va poco a poco develándose y después viene como un tren bala a velocidades casi supersónicas a estrellar todas las fantasías contra una realidad tan dura.  Me gustó mucho la fotografía y también cómo narran la historia por retazos, hacia delante y hacia atrás porque como espectador te vas haciendo preguntas y luego te das cuenta cómo se arma el rompecabezas.  Tiene escenas muy crudas, pero la vida es cruda y me gusta que no edulcoraron las cosas; supieron ser duros sin ser amarillistas.

Dean es bellisimo con Cindy, dedicado, amoroso sin ser empalagoso. Es un hombre trabajador, que lleva con orgullo ese trabajo sencillo que hace pero que le permite mantener a su familia, además es un padre excepcional con su hija Frankie.  Viendo la película me pregunté si realmente existen hombres así, tan absolutamente amorosos. Me gusta de Dean como está ahí para ella, tal vez no tenga dinero para resolver los problemas, pero tiene ese estar, ese abrazo que dice "no te voy a dejar caer" que para mí es una de las cualidades más hermosas que puede tener una pareja (y hombres así, que te apoyan, esos sí se que existen).  Pero analizando mejor a Dean notas que tiene mucho mucho amor para dar pero que su autoestima o su amor propio están por el piso, alguien con un poquito más de dignidad no hubiera tomado la ruta que él tomó. Tal vez sea porque el amor es ciego, o el enamoramiento nos enceguece y no nos deja ver más allá.

Cindy quiere más en la vida, es una mujer joven que parece abrumada por la casa, las responsabilidades y se le nota que quiere más, que esa no es la vida que ella se había planteado. ¿Por qué parece que Dean le da grima? Eso me lo pregunté mucho -y viendo la película lo entiendes clarito- pero esas razones no son trascendentes.  A veces las personas somos capaces de quedarnos con alguien que ya no queremos por cualquier cantidad de pretextos sin darnos cuenta que eso lo único que hace es esparcir infelicidad. Yo he sentido esa grima, me vi retratada en esa cara de asco, pero también cada vez que me he sentido así -aunque él haya sido bueno conmigo- he decido irme, partir en busca de otros rumbos porque no me parece justo para la otra persona ni para mí permanecer en algo que no tiene futuro.  Paradójicamente el esfuerzo que hace Dean por salvar desesperadamente su matrimonio es lo que empuja a Cindy a tomar la decisión que, desde el principio de la historia, ya sabemos que tiene que tomar. Esta escena final es conmovedora, desgarradora.

Si tienen ganas de ver una película que los sacuda de su asiento con su trama, con su realidad y con excelentes actuaciones entonces les recomiendo Blue Valentine, en la cartelera de Cines Unidos está como "Corazones Rotos". Les dejo el Trailer, que además es una escena muy bonita en la película.